A veces pienso que este blog debería llamarse El Puto Blog Amoroso o algo así.
Pero no, no todo es amor. Hace un par de semanas, uno de los pilares de mi existencia se marchó. Una persona que lo sabe absolutamente todo de mí, que me conoce mejor que nadie y que jamás se equivoca al aconsejarme. Años ha que nos conocemos, que compartimos millones de secretos y confidencias y que, sobre todo, me hace pasar momentos increíbles. Pero se ha marchado, todo un año. Y yo empecé a echarla de menos cuando todavía me estaba despidiendo de ella, pensando que pasaría mucho tiempo hasta que volviéramos a Alamedear, hasta que volviéramos a contarnos nuestras aventuras mientras nos tomamos un tinto de verano.
Y ya la necesito.